Mucho se conoce y se estudia sobre los grandes escritores del Siglo de Oro de la literatura española. Mucho menos se habla de las escritoras de la misma época. Los críticos literarios desde entonces han ensalzado la obra de los primeros y han condenado al olvido la de las segundas. Hasta tal punto que es imposible zambullirse en el pasado a la búsqueda de detalles sobre aquellas escritoras. Poco se sabe de sus vidas y, sus obras, a menudo, solo se pueden encontrar en archivos históricos bajo capas de indiferencia.
María de Zayas y Sotomayor es una de ellas. Las reducidas notas biográficas que existen apuntan a que pudo nacer en Madrid en el seno de una familia de la baja nobleza. No habría dudas sobre el año de su nacimiento, 1590, pero el de su muerte es más incierto; en torno a 1660, estiman algunas fuentes. Como con tantas otras escritoras, son las menciones y los elogios de escritores notables de su época, las que nos permite darnos cuenta de que la historia de la literatura las ha discriminado sin pudor.
Particular mérito tiene el que María de Zayas persistiera en emplear su talento en algo que no era, por aquel entonces, oficio de mujeres. De hecho, en aquella época, la mayor parte de la literatura de autoría femenina se escribía en los conventos. Liberadas de responsabilidades familiares y domésticas, las religiosas tenían más tiempo para escribir, aunque posiblemente de temas menos variados que los que preocupaban a las mujeres fuera del ámbito monástico. Así, si reconocemos algún nombre de escritora del Siglo de Oro, seguramente será el de alguna de las que han conseguido ganarse un sitio en los textos escolares bajo el epígrafe de “poesía mística”.
Zayas escribió poesía, aunque de otro tipo, y teatro. Sin embargo, son sus Novelas amorosas y ejemplares (1637) y Desengaños amorosos (1647) las que han tenido mayor transcendencia. En ambas, emplea la técnica de relatos entrelazados, al estilo del Decamerón o Las mil y una noches, utilizando situaciones como una reunión en un jardín o una asamblea de damas y caballeros que se divierten a modo de marco narrativo en el que las historias se suceden.
Una de las características de su obra, y quizás una razón por la que no se le haya dado, hasta nuestros días, el reconocimiento que merece, es su abierta oposición a los convencionalismos de su tiempo. Zayas rompe en sus obras con el rol callado y sumiso impuesto a la mujer. Sus protagonistas son mujeres reivindicativas que defienden sus derechos y actúan con una cierta libertad, incluido en temas amorosos, donde toman la iniciativa. Se puede incluso encontrar en su obra una cierta carga erótica, mayor de la que era habitual en los relatos de la época. Ataca, en particular, Zayas la idea de la honra y el honor que cae sobre las mujeres como una pesada losa. Ella retrata pues a una mujer desenvuelta y liberal que contrasta claramente con los personajes femeninos creados por sus coetáneos.
Es precisamente su defensa de la igualdad de la mujer la que la convierte en una de las representantes del feminismo pre moderno. Reclamaba, en particular, el derecho de las mujeres a la educación: “¿Por qué, vanos legisladores del mundo, atáis nuestras manos para la venganza, imposibilitando nuestras fuerzas con vuestras falsas opiniones, pues nos negáis letras y armas? (…) Por tenernos sujetas desde que nacimos, vais enflaqueciendo nuestras fuerzas con temores de la honra, y el entendimiento con el recato de la vergüenza, dándonos por espadas ruecas, y por libros almohadillas.”
Su éxito en el siglo XVII fue indiscutible, incluso más allá de las fronteras españolas gracias a la traducción por Antoine de Methel de parte de su obra al francés. Elogiada por Lope de Vega en su Laurel de Apolo (1630) y por otros autores contemporáneos, sería menos recordada en los siglos posteriores. La prohibición de su obra, en el s. XVIII, por la Inquisición contribuyó sin duda a ello. Reivindicada gracias a Emilia Pardo Bazán que la edita en 1892, el reconocimiento parece volver a ella en nuestro s. XXI. Desgraciadamente, podremos salvar su obra del olvido, pero nunca llegaremos a saber mucho más de la vida de esta extraordinaria mujer.
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Si te interesa conocer otras escritoras extraordinarias, te invito a leer mis entradas Christine de Pizan: alcanzar el éxito como escritora en el medievo y Safo: una gran poetisa casi condenada al olvido.
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Fuentes:
- Patrimoine Littéraire Européen, volumen 8.
- Las mujeres que escribieron el Siglo de Oro español, El País, 5 mayo 2020
- María de Zayas o la forja de la novela de autora, Char Prieto, 2002
- María de Zayas y Sotomayor, una escritora sin rostro (Vida y semblanza) Alicia Yllera, Uned
- Wikipedia
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