A muchos nos ha pasado. Hemos recorrido un largo camino desde que empezamos a rellenar una página en blanco. Por fin tenemos el libro terminado y queremos publicarlo pero, ¿qué precio elegir? Lo más lógico sería ponerle un precio que te permita recuperar lo invertido y de paso sacar un beneficio. La ecuación es sencilla. Siempre que lo que obtengamos con la venta (número de libros vendidos x precio) sea equivalente a lo que nos ha costado el proceso (horas de trabajo, gastos de corrección, de imprenta…) no habremos perdido dinero. Sin embargo, lo difícil es traducir en cifras todos los elementos de la ecuación necesarios para deducir el precio. ¿Cuántos libros vas a vender? ¿Qué valor darle al tiempo invertido?
Estudiar la competencia
Lo más cabal es, entonces, fijarse en lo que hacen los demás. Igual que cuando se quiere vender un piso nos informamos de los precios por esa zona de pisos de características similares, con nuestro libro haremos lo mismo. Si ofrecemos en formato ebook una novela romántica, no tiene sentido ponerle un precio muy superior al de otras novelas del mismo género y en el mismo formato. A menos que tengamos un nutrido grupo de lectores dispuestos a pagar lo que sea por nuestras novelas, lo más seguro es que se decanten por otras más asequibles.
¿Qué es lo que ofreces?
Sin embargo, no siempre es tan sencillo, sobre todo si ofreces un producto que no es totalmente comparable. Si es un libro de fotografías artísticas con una tapa sólida y papel de calidad, nadie se sorprenderá de que tenga un precio algo elevado (aunque pocos sepan con detalle lo que cuesta imprimir una obra así). Si escribes sobre un tema novedoso, poco explotado, del que poca gente sabe, también será más fácil poder pedir un precio superior al de otros libros de formato y extensión parecidos.
Evidentemente, con los libros de ficción, ofrecer un producto diferenciado es más complicado dado el número ingente de autores y obras a los que los lectores tienen acceso. ¿Qué factores jugarán entonces a tu favor para poder elegir un precio ligeramente superior a la media? Son los siguientes:
a) Presentación cuidada: tanto en una librería física como online, lo primero que nos da una idea de la calidad del libro es su portada. Gustos aparte, una portada diseñada por un profesional dará mejor impresión que la que tu puedas realizar copiando y pegando imágenes e insertando textos de colores y tamaños distintos (sobre todo si no eres, como yo, una profesional del diseño).
b) Editorial: Aunque hayas contratado los mejores servicios editoriales y tu libro esté bien maquetado, corregido por un editor profesional y, en apariencia, con poco que envidiar a los que las editoriales ponen en el mercado, para el lector no es lo mismo. Con tanto escritor, ¿no es lógico preferir al que ha pasado el filtro de calidad de una editorial? Más de un editor ha visto el filón y la oferta para autopublicarse con una ‘editorial’ es enorme. Por supuesto, al lector le dará más confianza una editorial conocida, de las de toda la vida pero, entre un libro con una editorial desconocida y un libro indie, ¿por cuál crees que un lector querrá pagar más?
c) Comentarios: Tu libro tiene buena pinta pero, ¡hay tantos entre los que elegir! Además, vale un poco más que otro al que tu lector potencial le ha echado el ojo. Ante la duda, ¿qué hará? Pues, lo más seguro, ver qué piensan los demás de tu libro. Si encuentra más reseñas positivas (y en ellas ve mencionadas cualidades que aprecia en un libro) se lo pensará menos antes de pagar ese precio ligeramente superior.
d) Extensión: ¿Te has parado a comparar el ancho de lomo de los “mejores ventas”? Es raro encontrar libros de menos de 300 páginas, a menos que se trate de un autor consagrado. Los lectores quieren recibir un mínimo a cambio del dinero que han pagado y les da igual que el coste de producción de un libro de 250 páginas no sea muy distinto al de uno de 400 páginas. De igual manera que nadie quiere pagar en el cine lo mismo por ver una película que un cortometraje, si el tuyo promete menos horas de entretenimiento, tu precio tendrá que ajustarse a ello.
El dilema de ofrecer tu libro gratis
En marketing está comprobado que los descuentos funcionan. Lo vemos continuamente. Ponerlo tirado de precio o gratis debería también atraer lectores, ¿no? De hecho, algunas marcas hacen lo proprio cuando lanzan un nuevo yogur o bebida. “Las trampas del deseo” de Dan Ariely puede seros útil para entender qué influye en las decisiones de compra y, sobre todo, el poder que tiene un precio igual a cero.
Los que publiquéis con Amazon KDP sabéis que es posible uniros al programa Kindle Unlimited y ofrecer gratis vuestro libro en formato ebook durante unos días. No está mal para atraer nuevos lectores. ¿Cuáles serán? Pues los mismos que se atreven a probar esa bebida nueva que una azafata vestida con los colores de la marca les habrá tendido al pasar junto a su estand: los curiosos. Ofreciendo tu libro gratis llegarás también a otra categoría, quizás más numerosa, la de aquellos a los que les gustan las gangas. A muchos nos pasa, un avión publicitario tira balones gratis en la playa o, al lado del chiringuito, dan abanicos de papel con la marca de una cerveza y nos acercamos a por uno. Luego, a veces, ni los utilizamos y terminamos olvidándolos por un rincón. ¿Qué valor le damos a lo que nos llega gratis? ¿Qué valor va a tener para ti ese libro al que su propio autor no le dio ninguno pues lo ofrecía gratis?
Tu ebook gratis tendrá posiblemente muchas descargas, pero puede que solo un puñado de curiosos lo vaya a leer. ¿Quiere decir eso que ponerlo gratis es mala idea? No. Si estás intentando darte a conocer, merece la pena añadir a esos curiosos, por pocos que sean, a tus lectores. Quién sabe si ellos te abrirán las puertas a otros con sus reseñas y comentarios en redes sociales.
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