Escritoras

Las mejores obras de la literatura española.

Hace algún tiempo, una amiga belga me pidió una lista de obras de autores españoles destacados. Es responsable de una biblioteca en Bruselas y quería crear un apartado de literatura española. Animada por ese interés que su biblioteca demostraba por escritores de mi tierra, me puse manos a la obra. Era una tarea fácil y mi miedo era darle una lista sobredimensionada, pues me imaginaba que no podrían dedicarle mucho espacio. Pensé inmediatamente en Delibes, Cela, también en Lorca, Galdós o incluso en autores clásicos como Lope de Vega y Cervantes. Conforme la lista crecía me daba cuenta de que aparecían sobre todo hombres en ella. Era solo cuando pensaba en libros de los últimos años cuando se me ocurrían nombres de escritoras pero, que me gustaran sus obras, no quería decir que fueran buenas ni que llegaran un día a aparecer en la lista de “los escritores más importantes de la literatura española”.

Me pregunté entonces qué criterio había seguido para elaborar mi primera lista. Era en su mayoría autores que habíamos estudiado o nos habían hecho leer en el Instituto. Repasé mentalmente aquellas lecturas obligatorias e, incluso cuando se trataban de obras contemporáneas como El Camino y/o extranjeras como El señor de las moscas, los autores eran todos hombres. No es de extrañar, entonces, que automáticamente piense en escritores cuando me pregunten por los mejores o más conocidos.

Para la lista de “clásicos”, hubiera sido difícil incluir obras de escritoras entre aquellas lecturas que nos abrían las puertas de la literatura. Durante siglos, a pocas les dejaron escribir, si es que sabían hacerlo pues, a las mujeres se les enseñaban solo cosas útiles a su condición. Además, aunque escribieran, no era fácil que sus obras pudieran llegar a nuestros días con su propio nombre. Tal como planteaba Virginia Woolf, ¿cuántas veces “Anónimo” esconde el nombre de una mujer? Sin embargo, esa excusa no sirve cuando dejamos atrás el Siglo de Oro para adentrarnos en el Siglo de las Luces y, sobre todo, en el romanticismo y el realismo españoles del siglo XIX. Recuerdo que la profesora de lengua nos hablaba y daba lecturas de Bécquer, Espronceda y Galdós. Todavía puedo recitar de memoria Qué es poesía, parte de la Canción del pirata y contar la historia de Marianela. No recuerdo que nos dieran nada para leer de Emilia Pardo Bazán o Rosalía de Castro, que se mencionaban de pasada, como una mancha en el tablero o como un mero dato anecdótico (¿No fue la primera amante de un ilustre escritor?).

Quién decide

Supongo que, en aquella época, los que hacían los planes de estudio, como los que durante tantos años han decidido quién entraba en prestigiosos Círculos y Academias, eran en su mayoría hombres. Y, parece ser que los hombres prefieren obras de autores masculinos. En 2019, a un jurado compuesto por 43 hombres y 41 mujeres (escritores, críticos literarios, periodistas…), se le pidió elegir los mejores libros del siglo XXI. Entre los diez primeros de la lista hecha con los votos de los hombres solo había libros escritos por otros hombres (Hombres que votan a hombres, Babelia 30 noviembre 2019). Por suerte, en la lista de los diez mejores libros de los hombres del jurado menores de cincuenta años se colaba algún libro escrito por mujeres. Lo que anima a pensar que, en las décadas que vienen, muchas autoras podrán abandonar la invisibilidad a las que, los que ahora deciden quiénes son los mejores, las condenan.

Leamos autoras

Desde aquel intento mío de elaborar una lista de recomendaciones para hacerle llegar lo mejor de la literatura española a un público belga, voy arrastrando la frustración de lo mucho que me he perdido. Decidí entonces que iba a leer a más autoras y, en particular, a aquellas de las que todavía no había leído nada. Es así como Los Pazos de Ulloa me ha maravillado y Ruinas se ha añadido a mi lista de pendientes (gracias a una reseña de Las lecturas de Undine). También he “descubierto” a Rosa Montero, Dolores Redondo, Eva G. Sáenz de Urturi, Rosa Ribas y Luz Gabás, entre otras.

Sé que todavía me queda mucho camino por recorrer, pero será, sin duda, un paseo agradable. Si tienes recomendaciones, no dudes en hacérmelas llegar.

Gracias.